Esto es lo que dice la psicología sobre las personas desorganizadas

Las conductas humanas normalmente revelan mucha más información de lo que pensaríamos en un principio. Hasta la más mínima acción está revelando aspectos de la personalidad y emociones que tienen los seres humanos, por ello, hay vías de estudio en este sentido, sobre todo en la rama de la psicología, que siempre intenta llegar a un mayor grado de entendimiento que va mucho más allá de lo conversacional o los mensajes personales que pueda lanzar alguien.

Somos animales sociales y, además, muy complejos, que necesitan comunicarse e interaccionar constantemente. Así, estamos programados para lanzar información incluso cuando no hablamos, con gestos y actos estamos diciendo mucho más que abriendo la boca. Ahí surge, por ejemplo, la comunicación no verbal, que de comprenderla podemos llegar a conocer mucho del resto de personas. Así, los expertos son capaces de sacar un perfil claro sobre alguien solamente por sus rutinas.

Por ejemplo, en la web NDmais se hacen eco sobre cómo la desorganización revela bastante sobre los pensamientos y las emociones de una persona, según la psicología. Y eso puede darse en muchos aspectos, desde horarios poco planificados como en entornos desordenados, aunque no siempre tiene que tener implicaciones negativas, aunque esto suela considerarse como algo malo que indicaría que alguien no es lo suficientemente eficiente.

Personas desorganizadas

En la web portuguesa aseguran que este rasgo, más allá de lo negativo, suele asociarse con perfiles con altos grados de creatividad y formas únicas de pensar. Los expertos en salud mental explican que las personas desorganizadas pueden reflejar una conducta de resistencia a las estructuras rígidas impuestas por la sociedad, según apuntan en TyC Sports, siendo esta falta de orden una expresión personal que no siempre influye de mala manera en sus vidas, sino que hay una adaptación a ello sin consecuencias.

Al parecer, hay varios tipos de desorganización que generan diferentes impactos y dan información adicional. Cuando es en relación a entornos desordenados o elementos fuera de lugar, se trata de un desorden físico, mientras que la falta de organización sobre tareas y gestión de tiempo tiene que ver con un desorden emocional o temporal, pero esto puede tener consideraciones positivas en el fondo, pues puede indicar flexibilidad y apertura mental, así como un alto grado de adaptación a diferentes situaciones. Y, aunque cabría pensar lo contrario, suele aparecer en personas con agendas muy apretadas que usan el desorden como parte de su proceso productivo.