Los aliados intensifican negociaciones para llegar a la cumbre de La Haya con acuerdo sobre el aumento del gasto en defensa
El rechazo de Sánchez a refrendar el objetivo del 5% que propone Rutte obliga a buscar nuevas fórmulas que atraiga a todos los socios para garantizar la unidad

Mark Rutte, Shigeru Ishiba, Friedrich Merz, Scott Bessent y Mark Carney en Kananaskis, Canadá. / SPENCER COLBY (EFE)

Bruselas
España ha roto el consenso con el que el secretario general de la OTAN pretendía llegar a la cumbre de La Haya y su golpe sobre la mesa obliga a intensificar las negociaciones cuando en Bruselas se daba por sentado que los aliados estaban muy cerca de alcanzar ese consenso y garantizar la foto de unidad. Todo a pesar de las advertencias de España, que en los últimas semanas ha sido el aliado más tajante en rechazar la propuesta de alcanzar el cinco por ciento. Siempre lo han repetido todas las fuentes consultadas, y así lo trasladó la ministra Robles en la última reunión de los aliados hace dos semanas en Bruselas.

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Por lo que la carta de Sánchez obliga a intensificar las negociaciones de cara a la cumbre que empieza oficialmente el martes en La Haya. "Hay tiempo y las negociaciones seguirán en marcha", indican fuentes de la Alianza Atlántica.
El presidente aboga en su carta por una fórmula flexible: que los aliados puedan asumir de forma opcional ese objetivo o que España pueda salirse de un compromiso global que sí refrenden el resto de aliados. Eso no significaría que España se quedara al margen de una declaración que firme el resto, explican fuentes diplomáticas, sino que no asuma un compromiso al que sí están dispuestos a asumir los otros socios. Que es uno de los escenarios que propone Sánchez.
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Aunque no se lo van a poner fácil. Porque Trump susurra a Rutte, exige el compromiso unitario, porque el secretario general asume las tesis de Washington, y porque hay una amplia mayoría de países que abogan por el 5 por ciento, especialmente bálticos y países del este que podrían acusar a España de falta de solidaridad.
Hay otros aliados que han mostrado dudas sobre el objetivo del 5%. Aunque lo hacen en voz baja, en privado, como Bélgica, que ya ha dicho que no se va a oponer pero aboga por un mecanismo de máxima flexibilidad para alcanzar el objetivo. Así que la negociación girará también en los matices, en el lenguaje y en cerrar compromisos muy amplios porque cabe un escenario: que el rotundo no de Sánchez sirva para que otros aliados, que han mostrado sus reticencias en privado, se unan de alguna forma a la negativa de Sánchez.


Enrique García
(Sevilla, 1994) Corresponsal en Bruselas, siguiendo y explicando la política comunitaria. Antes, redactor...