Alessio Lisci, ante el partido más importante de la historia del Mirandés: "Salir a empatar es un suicidio"
El Mirandés, que llega con un 1-0 a favor, se juega el ascenso a Primera en una finalísima ante el Oviedo

El entrenador del Mirandés, Alessio Lisci, habla en rueda de prensa / David Pérez Cejuela (EFE)

Si Paunovic ha asegurado que este enfrentamiento es como una final de Champions League, el técnico del Mirandés, Alessio Lisci, ha desvelado en rueda de prensa cuál el último mensaje que dará a sus jugadores: "A los jugadores les diré que disfruten al máximo porque igual no vuelven a vivir una temporada tan bonita". El equipo de Miranda de Ebro está a un día de jugar el partido más importante de su historia, y por ahora, la eliminatoria ante el Oviedo está de cara tras el 1-0 de la ida. Otra cosa será lo que pase este sábado en el estadio Carlos Tartiere (21.00 horas).
Quedan 90 minutos para que los jabatos cumplan un sueño que muchos de sus aficionados quizás nunca se habían aventurado a soñar. Subir a Primera División. Lo tienen más lejos que nunca, y parte de la culpa la tiene Alessio Lisci, técnico italiano que consiguió que un equipo que a principio de temporada apenas contaba con seis jugadores, pueda ser el tercer conjunto ascendido tras Levante y Elche. Enfrente estará el Oviedo de los Cazorla (que estará "sí o sí") y Paunovic, y no será fácil, pero están obligados a remontar el resultado que se dio en Anduva el pasado domingo. Una victoria por la mínima de los asturianos forzaría una prórroga, pero de terminar así, el hito sería para los carbayones por el hecho de quedar terceros en liga.
"Salir a empatar es un suicidio", confesó Lisci en rueda de prensa. El Mirandés irá a por la victoria en el Tartiere, siendo fiel al estilo de juego que les ha llevado a luchar por estar lo más arriba posible, incluso llegaron con posibilidades de subir de forma directa hasta la última jornada. "Saldremos a ganar el partido con criterio", continuó el italiano, que puede estar ante su último partido en el banquillo del Mirandés, ya que suena fuerte para ocupar el banco de Osasuna.
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"Estoy contento con la semana de trabajo. Hemos preparado distintos escenarios porque el Oviedo tiene muchas variantes, pero nosotros vamos a ser el Mirandés, el mismo que nos ha traído hasta aquí", afirmó antes de emprender la marcha a Oviedo, donde puede pasar de todo. Con ellos irán más de 300 aficionados jabatos, que aunque durante gran parte del partido estarán silenciados por los 30.000 oviedistas que llenarán el estadio, Lisci sabe que estarán apoyándoles durante todo el partido. "Sé que los vamos a oír, que nos van a empujar, que van a estar con nosotros en todo momento. Son fundamentales", agradeció.
Toda la plantilla está OK, salvo la duda del central Juan Gutiérrez, por lo que en el Tartiere estará la columna vertebral que ha hecho al Mirandés el equipo revelación de la temporada. A Raúl Fernández, que paró un penalti decisivo en la ida, que estará en la portería, le acompañarán en defensa Egiluz, quien con su saltito en dicha pena máxima se convirtió en viral, Tomeo y Parada. Las bandas serán para el mirandés Iker Benito y Hugo Rincón, claves en la verticalidad de los de Lisci y en surtir balones a los delanteros rojillos. Alberto Reina (autor del 1-0), Gorrotxategi y Lachuer serán el cerebro en el centro del campo y los goleadores Panichelli e Izeta no faltarán a la cita.

Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER que también forma parte del programa de música indie 'Fuego y...