Isabel Rodríguez señala por qué el modelo de alquiler en Viena es un ejemplo a seguir por España
"No se puede construir en cuatro años lo que otros han hecho en un siglo".

Isabel Rodríguez señala por qué el modelo de alquiler en Viena es un ejemplo a seguir por España
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Durante su entrevista con Héctor de Miguel en Hora Veintipico de la SER, la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, ha abordado uno de los temas más urgentes del debate político: el acceso a la vivienda. El presentador no tardó en poner sobre la mesa el ejemplo de Viena, ciudad que se ha convertido en un modelo icónico de gestión pública en materia de vivienda.
"Se habla muchísimo de Viena cuando se habla de vivienda porque es como un caso ejemplar, ¿no?, de todo lo que hay que hacer", comentó De Miguel. Y añadió: "Allí los contratos de alquiler son indefinidos y, además, se heredan. ¿Por qué en España no apostamos por algo así?"
Rodríguez ha reconocido la admiración que despierta el modelo vienés, pero también ha querido ponerlo en perspectiva. "Han tardado 100 años en hacer ese parque de vivienda y han gobernado siempre los socialdemócratas", ha explicado. Subrayó que el éxito de Viena no se debe a una medida aislada, sino a una política local coherente, mantenida durante décadas: "Allí es política local la que hace este parque de viviendas, y entonces, bueno, pues esa tranquilidad de haber mantenido siempre el mismo ideario en una política pública es la que lo ha mantenido".
La ministra también hace hincapié en que Viena no solo ha construido vivienda pública, sino que ha logrado desmercantilizar parcialmente el acceso a la vivienda, garantizando estabilidad y precios asequibles a través de un parque público robusto. "Esto es importante", insiste, señalando que en España se parte de una situación muy distinta, con décadas de políticas centradas en la propiedad privada y escasa inversión pública sostenida.
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Además, Rodríguez apunta que el Gobierno español está dando pasos en esa dirección, pero reconoce que "no se puede construir en cuatro años lo que otros han hecho en un siglo". En ese sentido, defiende la nueva Ley de Vivienda como un primer paso hacia un cambio estructural, aunque admite que su éxito dependerá de la continuidad política y del compromiso de las administraciones locales y autonómicas.

Para concluir, la ministra subraya que "la vivienda no puede seguir tratándose como un bien especulativo, sino como un derecho básico", y defiende que el Estado debe recuperar un papel activo en la regulación del mercado para garantizar ese derecho.