La solidaridad en la estación de Atocha tras el apagón: "Tenemos tres camas vacías, no puede ser que la gente duerma en el suelo"
María José cuenta en 'El Larguero' que está en Atocha para acoger afectados

La solidaridad en la estación de Atocha tras el apagón: "Tenemos tres camas vacías, no puede ser que la gente duerma en el suelo"
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Este lunes, pasadas las 12:30 horas del mediodía, España y Portugal se han quedado sin suministro eléctrico. Toda la Península Ibérica se ha visto sumida en el efecto de un 'cero' en el suministro eléctrico. A las 12:33, desapareció el 60% de la energía que estaba consumiendo España. Eso hizo que la mayoría de los hogares de nuestro país se quedan sin luz. Pero no solo eso. Los efectos en el transporte de nuestro país han sido demoledores, sobre todo en la red ferroviaria.
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La Media y Larga Distancia en España ha quedado inutilizada, lo que ha provocado que muchos usuarios se hayan quedado 'tirados' en origen, destino e incluso a mitad de trayecto. Una de las medidas puestas en marcha por el Gobierno ha sido mantener abiertas varias estaciones de tren: Atocha, Chamartín, Sants, Bilbao, Valencia, Sevilla, Córdoba, Zaragoza, Valladolid o Málaga no han cerrado sus puertas para acoger a los viajeros que han visto como el apagón frustraba sus planes.
Nuestro compañero Pedro Fullana se ha desplazado a la madrileña estación de Atocha, donde muchos de los afectados por este gran apagón van a pasar la noche. Su tren no ha salido este lunes y esperan, con mucha incertidumbre, ver qué pasará con ellos en las próximas horas. Mientras tanto, se agrupan y buscan un hueco en el hall de la estación del tren, un área normalmente plagada de usuarios del Cercanías o del AVE y que esta madrugada se ha convertido en un campamento improvisado.

Pedro Fullana, en la estación de Atocha, tras el apagón eléctrico en España.

Pedro Fullana, en la estación de Atocha, tras el apagón eléctrico en España.
En esta especie de zona 0 habilitada en la céntrica estación de la capital, muchos tratan de descansar apoyados en las máquinas que normalmente venden los billetes, algunos han sacado de sus maletas alguna manta para tumbarse en el suelo. Y, mientras El Larguero de la Cadena SER describía la fotografía que había en Atocha, se ha encontrado con María José. Ella es madrileña, vive muy cerca de Atocha —en el Paseo de las Delicias— y, tras el anuncio del ministro de Transporte, Óscar Puente, de que Atocha y Chamartín entre otras permanecerían abiertas para dar cobijo a los viajeros que no tuvieran otra opción para pernoctar, no ha dudado en ofrecer su casa.
"Vivimos en el barrio, estamos al lado y tenemos tres camas vacías. No puede ser que la gente esté durmiendo en el suelo". Busca, a poder ser, una familia que tenga niños pequeños. En pleno directo se ha encontrado con una mujer que iba acompañada de dos niñas. "Es vergonzoso lo que está pasando. Yo tengo una discapacidad, estoy operada de la pierna. Tengo calambres del frío. Solo pedimos un cartón, una manta, un lugar caliente... no hay nada. Cuando preguntamos cuándo habrá trenes, nos dicen que no se sabe, que primero los que tenían comprado el billete. He llegado a las doce de la mañana. Tenía que irme a Barcelona. Yo no soy de aquí, no tengo nada de aquí. Estoy desesperada, tengo miedo, hambre y estoy cansada", le ha explicado esta afectada a María José y a Pedro Fullana.
Otra de ellas, lamenta que ni la UME, ni los servicios sociales ni Cruz Roja hayan coordinado algún dispositivo para los afectados a lo largo de la tarde. "Sobre todo a las personas mayores habría que darles mantas, algo caliente... Estamos desesperado. Estamos utilizando los cartones de las botellas de agua que nos han traído, estamos usando los flyers de Renfe para taparnos. No tenemos información. No sé cómo estarán el resto de la ciudades, pero aquí en Atocha es vergonzoso", añade. Minutos después, el ministro Puente ha confirmado que la UME está de camino a las estaciones de tren para dar apoyo a los afectados.
"Yo quería meter a una familia con niños porque tengo que meterlos a todos en la misma habitación, quería que fuesen de una misma familia por eso, pero bueno, todo será cuestión de apretarse", sentencia María José en El Larguero. Su caso no es aislado, son varias las personas que ofrecen alojamiento a los afectados más vulnerables. Otros, lo que no lo tienen, se afanan en repartir sandwich, bebidas o galletas a las personas que esperan en Atocha para regresar a casa.