Boukie, la ingeniera que pasó de ser catadora de pizzas a cocinar para Quevedo y Pablo Alborán: "Hacer un vídeo viral es fácil"
La influencer cuenta en Gastro SER cómo cambió su vida por completo hace poco más de un año

ELISA MUÑOZ / CARLOS G.CANO / LUISMI ORTIZ
Madrid
Boukie tiene casi medio millón de seguidores en TikTok y ha cocinado para artistas como Quevedo o Pablo Alborán. Hace poco más de un año era una recién llegada a Madrid que trabajaba en una Big Four y vio una oferta de trabajo que lo cambió todo: Domino's ofrecía 1.000 euros por dos días probando pizzas. Una campaña de marketing a la que se inscribieron más de 20.000 personas para un solo puesto, que fue para ella: "Pensé que ni de broma lo lograría lo que pasa que de repente se me iluminó la cabeza porque había un apartado opcional donde te ponía "si tienes algún vídeo en redes sociales comiendo pizza, ponlo". Y yo vale, no tengo nada, pero me voy a ir al Dominos Pizza más cercano que tenga con mis amigos y voy a grabar, simplemente era para poder poner un link. Grabé mi primer vídeo de TikTok, lo subí, se hizo viral. A raíz de eso me hablaron los de Infojobs, "oye Marta, has sido la más original, te cogemos, y yo flipando".
Cómo hacer un vídeo viral
Las directoras de esa campaña pensaban que se dedicaba a la publicidad, pero nada más lejos de la realidad: Boukie es ingeniera industrial, aunque reconoce que siempre se le ha dado bien hacer vídeos y las redes sociales. La muestra es que cada vez que subía un vídeo con las pizzas, se hacía viral y este año ha ganado el premio TikTok Revelación en gastronomía y viajes. Una coreografía muy calculada encabeza cada vídeo y muestra los productos muy de cerca a cámara: "La gente me pregunta cómo hago para que se hagan virales y es muy fácil. Si en los tres primeros segundos haces algo que llame la atención, el vídeo se te va a hacer viral, sea mejor o peor. Si consigues tener algo que llame la atención, se va a hacer viral".
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Gastro SER | Boukie, catadora de pizza y chef privada de cantantes
Solo ha hecho un curso de cocina japonesa pero lleva cocinando toda su vida: "Cuando yo era pequeña, a mi madre le regalaron una Thermomix y literalmente cogí el libro y me hice todas las recetas con 10 o 12 años. A partir de ahí ya como que empecé a hacer de todo y veo vídeos que me guardo cosas, voy probando... y yo creo que me sale todo muy bueno". Su padre da fe de ello, siempre le dice que no sabe cocinar, pero sí hacer que las cosas estén muy buenas.
Cómo terminó cocinando para Quevedo
Lo de ser chef privado es en realidad una profecía autocumplida. Se presentó así en sus vídeos cuando en realidad cocinaba para su familia y, al viralizarse, empezó a recibir encargos. Uno de los más populares fue el de Quevedo: "Estas Navidades, yo estaba de fiesta con mis amigos y abrí Instagram y Quevedo me había empezado a seguir. Yo ya le seguía, porque a mí Quevedo me encanta. Me volví loca. Entonces dije "vale, Marta, te ha seguido por los vídeos de que cocinas y digo tengo dos opciones, hablarle y decirle "oye, estás invitado a mi casa a cenar" o hacer algo para llamar la atención y que me hable a mí, porque me daba mucha vergüenza. Y cogí una canción suya que que habla de un mechero, de un cenicero, de un pintalabios y de una pistola y yo hice una tarta de cada una de las cosas y grabé con la cancioncita de fondo comiéndome cada una de las tartas y me habló. Me dijo "oye, me encanta lo que haces, qué guay el vídeo" y yo ahí le dije estás invitado cuando quieras y hablamos de quedar un día y. Y vino a mi casa a cenar con dos amigos".
Pablo Alborán también se convirtió en su pinche de cocina por un día : "Vino a mi casa, es el tío más majo del mundo entero, un chico súper normal, majísimo. Mi madre de Valencia vino a Madrid y eso que ese día tenía la ofrenda, que es cuando se viste la gente de fallera. Se la saltó para venir a conocerle". Amante de la música, considera que está viviendo un sueño: "Cuando empecé una amiga me preguntó qué me gustaría hacer dentro de un año y le dije que me encantaría que vinieran a cocinar conmigo cantantes y ahora, de repente, parece que se está cumpliendo". Si sigue soñando, imagina en su cocina a artistas como Aitana, el grupo Veintiuno o la cantante argentina Emilia Mernes.
De cookies a nigiris
Su cocina ha ido evolucionando con su popularidad. Comenzó haciendo muchas cookies —"me llama mucho la atención todo el rollo americano!— pero desde que en cuarentena empezó a preparar pasta rellena de calabaza se ha convertido en una de sus especialidades. También son frecuentes los nigiris de todo tipo y el steak tartar. Cocina más sofisticada que se entremezcla con donuts, gofres y hamburguesas porque tiene claro que ese tipo de comida siempre "triunfa" en redes y porque es una debilidad personal: "Cuando fui a Costco por primera vez me volví loca".
Entre sus referentes gastronómicos están el chef Miquel Antoja y Verónica de MasterChef y le encanta una cadena de restaurantes en Madrid llamada Alright: "Es original porque mezcla carne con nigiris con papada o costilla. Hay que pedir los platos que están fuera de carta. Espectacular".
"RoRo es libre de hacer lo que quiera"
Boukie es muy amiga RoRo, una influencer gastronómica muy conocida y que en alguna ocasión ha sido criticada por transmitir una imagen de tradwife: mujer tradicional que tiene todo apunto para su marido. Una tendencia en auge en Estados Unidos y que desde el feminismo se considera una vuelta atrás. "Puedo llegar a entender que si no la conoces y ves un vídeo, igual te viene a la cabeza, pero vamos, no tiene nada que ver. RoRo es una chica normal y corriente a la que le encanta cocinar tanto como a mí, incluso más, sabe mucho más que yo. Y todas las críticas que ella recibe de que si lo hace todo por y para el novio, ella lo hace porque quiere. Quiero decir, en el hipotético caso de que ese día a su novio le apetezca pasta y ella se la haga, ella es libre de hacer lo que quiera. Por el hecho de ser una mujer feminista no tiene por qué decir "yo no voy a cocinar porque soy feminista", no tiene sentido", defiende Boukie.
Ella misma recibe muchas críticas cada día. Incluso han llegado a reprocharle que no se come lo que prepara porque no se la ve tragar en sus vídeos. Asume que es la contrapartida por estar tan expuesta pero no le afecta: "Yo lo único que pienso es si tú tienes tiempo para criticar a alguien que no conoces, en verte el vídeo entero, entrar en los comentarios, estar un rato leyéndolos y luego además poner un comentario descargando un poco tu rabia, tienes demasiado tiempo libre. No tienes gente con la que quedar, no tienes cosas que hacer".
Boukie sigue soñando y le encantaría poder abrir su propio restaurante algún día, como ya han hecho amigos como el también influencer Elías Dosunmu. De momento el próximo objetivo es que de esta entrevista salga una petición por parte de Aitana.