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En la piel de Franco 50 años después

Este 2025 se cumplen 50 años de la muerte del dictador y rescatamos las mejores biografías para dar a conocer a este personaje fundamental de la historia reciente de España a los más jóvenes. Conversamos con algunos de los actores que lo han interpretado y el teatro y la SGAE homenajean la memoria de los exiliados tras la Guerra Civil española

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El 1 de abril de 1939 terminó la Guerra Civil española con la victoria de los golpistas, de los sublevados contra la democracia y la legalidad. Una victoria que no hubiera sido posible sin la ayuda de la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini a los franquistas ni sin la no intervención del resto de democracias europeas, entre ellas la de Inglaterra, hipócrita y cínica, como denuncia el historiador Paul Preston en su último libro, La pérfida Albión. A partir de ahí empezarían 40 años de dictadura, de represión, de muerte y de miseria. De retroceso en derechos y libertades. 40 años negros con un hombre al frente, Francisco Franco Bahamonde.

Francisco Franco junto a Adolf Hitler en un encuentro en el puesto fronterizo francés de los nazis durante la II Guerra Mundial el 23 de octubre de 1940.

Francisco Franco junto a Adolf Hitler en un encuentro en el puesto fronterizo francés de los nazis durante la II Guerra Mundial el 23 de octubre de 1940. / ullstein bild Dtl.

Francisco Franco junto a Adolf Hitler en un encuentro en el puesto fronterizo francés de los nazis durante la II Guerra Mundial el 23 de octubre de 1940.

Francisco Franco junto a Adolf Hitler en un encuentro en el puesto fronterizo francés de los nazis durante la II Guerra Mundial el 23 de octubre de 1940. / ullstein bild Dtl.

Franco es un personaje fundamental en la historia reciente de España, del que seguimos hablando y mucho 50 años después de su muerte. Hay que hacerlo, porque algunos, muy jóvenes, además, alaban su figura. Bien por desmemoria, ignorancia o por lo que comentábamos con Belén Gopegui hace unas semanas en La Hora Extra, por esos laboratorios de extrema derecha en las redes sociales que intoxican los discursos, ensalzan a dictadores y autoritarios, se vanaglorian del sufrimiento ajeno, fomentan el odio y el atacar al más débil. ¿Cómo contrarrestarlo? Con educación y cultura, queremos creer. A finales del año pasado leímos Franco para jóvenes, un libro extraordinario para dar a conocer la figura del dictador a las nuevas generaciones. Una aproximación del periodista José Antonio Martínez Soler y su hijo Erik Martínez, que estuvieron en La Ventana.

"Si los jóvenes supieran lo que era Franco, jamás dirían 'Viva Franco'": el libro que explica la dictadura a los que no la vivieron

También Paul Preston y José Pablo García publicaron el año pasado una novela gráfica brillante sobre Franco, acomplejado y sanguinario, pero astuto e inteligente, destaca el historiador británico. Sobre Franco ha escrito también una biografía otro historiador lúcido, Julián Casanova, con la editorial Crítica. En una conversación con Pepa Blanes, Casanova advierte de que hay que explicarles Franco a los que creen que la dictadura y la democracia son lo mismo. “Se dice que Franco hizo cosas buenas y se dejan de lado los costes: las torturas, las víctimas”, afirma y desmonta el milagro económico, "lo bueno que dicen que hizo, lo hicieron las democracias sin llevarse a la tumba a tanta gente. Quieran o no, no forma parte de la patria heroica y gloriosa".

Julián Casanova: “Se dice que Franco hizo cosas buenas y se dejan de lado los costes: las torturas, las víctimas”

Franco por quienes se han metido en su piel

Julián Casanova ha sido precisamente uno de los historiadores a los que ha consultado Andrés Lima y compañía para montar 1936, la gran cronología teatral de la guerra. Hemos hablado con Juan Vinuesa, que interpreta a Franco en esta obra que está de gira este año por España.

¿Cómo ha preparado su personaje?

Juan Vinuesa: Con mucho respeto, porque hoy en día, que vivimos en un país en el que hay quien dice con facilidad que estamos en una dictadura, pues creo que hay que respetar a quienes sí la vivieron, ¿no? Andrés y el equipo han hecho una cosa que creo que es un acierto: poner en el centro a los historiadores y después construir el espectáculo. Se ha desechado mucho material porque hay que elegir, imagínate cuántos episodios y batallas hay en una guerra. Hemos hablado mucho y, sobre todo, hemos escuchado mucho. Franco es un dictador al que todo el mundo conoce o del que todo el mundo podría decir su opinión, pero al final no deja de ser un espectáculo. Es decir, un actor tiene que tener cuidado con la importancia que se da. Si el respeto está por encima de la libertad a la hora de jugar, creo que trabaja más con el ego y con el miedo al que dirán que con la intención de ir al corazón y a la mente de este señor. Y luego, a un actor le vienen muy bien las anclas concretas para crear y ahí había una ancla física, una idiosincrasia muy particular, una manera de hablar, una manera de caminar, que tienes que hacerlas tuyas. Yo no soy Carlos Latre, yo no soy un gran imitador, entiéndeme.

Juan Vinuesa interpreta a Franco en la obra '1936'

Juan Vinuesa interpreta a Franco en la obra '1936' / Cedida

Juan Vinuesa interpreta a Franco en la obra '1936'

Juan Vinuesa interpreta a Franco en la obra '1936' / Cedida

¿Qué descubriste de Franco preparando tu personaje?

Juan Vinuesa: Me ayudó mucho leer, más que ver vídeos, para entender su comportamiento. Un ser que parece que no conocía el miedo, como dice Paul Preston. Su reacción ante ciertas muertes o la manera de echar a Serrano Suñer. Serrano Suñer fue a firmar unos papeles y Franco le dijo "no, déjalo, prefiero que lo firme tu sucesor." Con esta calma, no se inmutaba. Era un personaje muy astuto, quizás sea su mayor virtud. De hecho, es que hay material muy interesante que te ayuda a construir el personaje. En el espectáculo aparece Franco desde la campaña de Badajoz hasta ya al final en el puerto de Alicante, todo el camino que recorrió para la guerra. Y al inicio, en la campaña de Badajoz, hay una entrevista del periodista norteamericano Jay Allen en julio del 36, creo que es el día 27, si no me equivoco, del día después de que fracasase el golpe de estado. Y le pregunta si hay posibilidad de tregua, de paz. Y Franco dice "no, yo voy a salvar a España del comunismo y del marxismo". Jay Allen dice "pero eso quiere decir que va a tener que que matar a la mitad de España". Y dice Franco: "no me importa, cueste lo que cueste". Ahí ves cuál era su intención desde un principio. Él no quería una victoria rápida, lo confesó a un periodista y sale en el espectáculo. Él quería una victoria lenta para matar y aniquilar a la mayor parte de republicanos. Algo absolutamente condenable, es terrible, pero entiendes que él pensaba que España estaba bien, si estaba limpia de cualquier cosa que tuviese cierto aroma a marxismo o a comunismo. Es decir, para interpretar el personaje vamos a entender por qué lo hizo y luego lo condenamos.

1936, memoria y resistencia frente al fascismo en la España ayer y de hoy

¿Cómo no caer en la caricatura?

Juan Vinuesa: Siempre desde el respeto, como decía antes. Y libera ver cómo cada uno lo hace de una forma tan diferente, Echevarría, Fontserè, Santi Prego, Javi Gutiérrez o mi amigo Paco Vidal, que en paz descanse. Hay que tener rigor en lo que haces, pero no perder ese sentido del juego, porque esto no es una charla, no es una conferencia, es un espectáculo. Franco era una parodia en sí mismo. Recuerdo la película de Darín, Argentina, 1985, decían que Videla y el resto de personajes estaban muy estereotipados. Pero es que eran así en realidad, creo que a veces la parodia se queda corta ante la realidad.

Vinuesa mencionaba a Santi Prego y también Julián Casanova nos habla en la entrevista de Mientras dure la guerra, la película de Alejandro Amenábar en la que retrata la figura de Miguel de Unamuno en los días del estallido de la Guerra Civil. Aplaudido por buena parte de la crítica y del público, Amenábar respondía en Hora 25 a preguntas de los oyentes sobre si contenía guiños a la izquierda. "La película no es, en absoluto, equidistante o imparcial. Cuando haces una película adoptas una visión personal", admitía el director.

Santi Prego interpretaba a Franco en aquel film. ¿Cómo preparaste tu personaje para no caer tampoco en la caricatura?

Santi Prego: Yo miré cosas de cuerpo, me vi muchos vídeos, Alejandro me escuchaba pacientemente, pero donde puso el énfasis fue en la voz y nada más que en eso. Yo vivo aquí en Vigo e iba a pasear con mi perro todos los días, me grababa audios y se los mandaba por Whatsapp. Él inmediatamente me daba el feedback, lo que hacía Franco con la ene, dónde coloca la voz, fueron seis meses, prácticamente, trabajando esta cuestión de la voz. Y en el último momento, cuando ya estábamos para rodar, él descubrió que Franco tenía vegetaciones. Es decir, más allá de la nasalidad, que es un rasgo fácil de imitar y tampoco era muy importante, lo que le daba era un ritmo de fraseo porque él no respiraba por la nariz. Entonces, tuvimos que trabajar también ese pequeño ritmo. Es en la voz donde él cargó la mano para para conseguir encontrar esa esa verdad que dices tú y no caer en la caricatura. Por ejemplo, lo que hizo Alejandro y yo estoy bastante en sintonía con Alejandro en este sentido, es más bien una reflexión crítica, ¿no? Quiero decir, que yo creo que Alejandro no pretendía hacer cine político, no es cine político, y por eso yo creo que le gustó cómo yo abordaba el personaje, porque lo abordaba como una persona, no le imprimí un carácter ideológico concreto. A mí me encanta el cine político, eh, soy superfan de Costa-Gavras, peli que sale, peli que veo. Pero eso es otro palo, es más bien ir a misa y que te digan aquello con lo que tú estás de acuerdo, sin tanta reflexión crítica.

Hay quien tachó la película de equidistante, pero también fue criticada por la derecha. ¿Tuvisteis problemas?, ¿sería más complicado aún estrenarla este 2025, tal y cómo está la sociedad de polarizada y con la extrema derecha en auge?

Santi Prego: Sí, sí, sí, es sorprendente lo que ha pasado de aquel momento a ahora. En aquel momento sí hubo lío y el pobre Eduard lo pasó mal. Él hacía de Millán Astray y bueno, hubo ahí unas ciertas polémicas con todo eso y gente que le estaba buscando, lo pasó un poquito mal. Entonces no estaba normalizado el tema de la extrema derecha y de la ultraderecha. Es sorprendente la evolución que ha tenido, a ser algo absolutamente asumido y normalizado en todo el mundo. A mí no deja de sorprenderme, intento entenderlo, pero me cuesta, me cuesta entender por qué la gente vota por eso. Como actor, me fascina el tema, me fascina cuál es el impulso de la gente para apoyar estas alternativas.

De ahí la importancia del cine, del teatro, de las artes, de la cultura para hacer memoria, aunque algunos digan que estamos todo el día dándole vueltas a lo mismo. ¿Se han hecho muchas o pocas películas y obras sobre la guerra y sobre Franco?

Santi Prego: Bueno, no sé si es mucho o poco, nunca se sabe, pero esta pregunta era una pregunta recurrente cuando yo hice la peli. Si ya es demasiado, si siempre estamos haciendo lo mismo, que si Franco, no sé qué, la guerra. En la peli había un ejército de gente, yo que sé, 200 personas por allí pululando. Y yo a todas y cada una de las personas, desde el señor que limpiaba al electricista, a todos les preguntaba por Franco. Claro, ninguno había vivido con Franco, muy poca gente era contemporánea de él, ¿no? Pero todos tenían historias de Franco, absolutamente todos. Porque a su padre le había pasado esto, a su abuela le había pasado lo otro, un amigo de su familia había estado oculto, etcétera. Franco estaba vivo en la gente. Es esta concepción un poco oriental del tiempo, de que el pasado vive en el presente, ¿no? Es obvio, el pasado no es algo que pasa y pasó. No, el pasado vive en el presente. Si yo a ti, por ejemplo, te preguntara por Franco, que estoy seguro de que no has vivido en su época, tú también me podrías contar historias de Franco, de tu familia o de tu entorno, ¿no? Es algo que está ahí, sigue vivo y, por tanto, tiene ese interés. Ahora, también entiendo que haya gente que no quiere oír hablar de eso.

Teresa Isasi

Teresa Isasi

1936 y Mientras dure la guerra son las dos cronologías del conflicto. Terminamos con una última interpretación de Franco, un Franco ya en sus últimas. El de Buen viaje, excelencia, dirigida por Albert Boadella e interpretada por Ramón Fontserè.

¿De dónde surge la idea de hacer esta parodia?

Ramón Fontserè: Bueno, entra dentro de la tradición de la casa, de hacer personajes históricos que han poblado la historia de este país de España. Franco fue una una propuesta de Andrés Vicente Gómez. Cogimos un Franco ya bastante momia, que habitaba El Pardo como la familia Munster, ¿no? Es decir, toda una gente a su alrededor que intentaba mantenerlo con vida para hacer negocio, para hacer prevalecer los privilegios. Recuerdo que hicimos lo de la mosca, es decir, las moscas eran los únicos seres vivos que tenían una cierta libertad de moverse por El Pardo.

¿Cómo preparó al personaje?, ¿es otro acercamiento al hacer una comedia?

Ramón Fontserè: De una manera no frívola, es decir, siempre hay una profundidad en estos personajes que a veces parecen ridículos. Si los ridiculizas más, pues no quedan en nada. Hay que cogerlos por la otra vertiente, cogerlos muy en serio, con una perspectiva más profunda, quitando la frivolidad porque ellos ya tienen ese punto ridículo, ese punto que te repele, ¿no? Sin subrayarlos tanto, a veces se produce un efecto más cómico. Y lo que hice fue lo de siempre, intentar absorber los impulsos rítmicos, acercarme a la voz, a la decrepitud. Fue un trabajo lento, un trabajo constante, pero lento. Y fue un juego, más que un trabajo, un juego con verosimilitud para que la gente lo identifique. Para mí teatro o cine es jugar, esta cosa del juego es muy importante en la vida del actor. Como cuando Bruno Ganz hizo de Hitler en El hundimiento, magnífico actor alemán, para meterse en la piel de cualquier personaje siempre se entra jugando, con un espíritu de juego. Además, Franco también tenía un material dramático potente con la voz, con aquellos ademanes, con la gestualidad, con ese ritmo gestual como muy robótico. Ese material dramático era un caramelo.

Els Joglars llevan un año largo de gira con El rey que fue, de interpretar a Franco a encarnar a su discípulo, otro decrépito, el rey emérito. Y un último apunte teatral sobre Franco. El 20 de noviembre se cumplirán 50 años de la muerte del dictador y para celebrarlo por todo lo alto, dicen, los artistas Darío Adanti y Eugenio Merino traen todos los días 20 de cada mes, al Teatro del Barrio, Chistes contra Franco. Una acción artística que pone el foco en el humor antifranquista y homenajea a quienes se jugaron la vida y la integridad, durante la dictadura, contando chistes contra el sátrapa.

De la Guerra Civil española al exilio. De Lorca a Pau Casals

Seguimos en la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que nos ha presentado hace unos días una exposición y un libro: Ángeles y Demonios, fruto de cuatro años de investigaciones, con los que la entidad trata de saldar una deuda histórica con autores y autoras represaliados tras el golpe fascista de 1936. Son 25 autores perseguidos, exiliados o ejecutados durante la Guerra Civil y la posguerra, que surge tras una investigación coordinada por María Luz González Peña, Fernando Jiménez y Juan Antonio Ríos Carratalá. "Nos duele igual Muñoz Seca que García Lorca", afirma el presidente de la SGAE, Antonio Onetti, en alusión a que Muñoz Seca fue fusilado por los republicanos en Paracuellos, y al poeta Federico García Lorca, fusilado por el bando franquista. "No somos equidistantes, estamos con la defensa de la legalidad, que residía en un gobierno democrático, el de la Segunda República, y los derechos humanos", aclara Onetti a la SER, "aunque tenemos socios de todas las ideologías y no queremos meternos en el debate y polarización de la memoria histórica, eso se lo dejamos a los políticos", añade en La Hora Extra.

Hemos realizado un recorrido por la exposición acompañados de María Luz González Peña, directora del Centro de Documentación y Archivo (Cedoa) y coautora del libro, y de Maribel Sausor, responsable del Departamento de Actividades Complementarias de SGAE. Reúne más de doscientas piezas relacionadas con autores perseguidos por sus ideas y sus obras. Entre ellos, se encuentran los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero, Carlos Arniches, Miguel de Molina, Federico García Lorca, María Lejárraga, Adela Anaya, Pedro Muñoz Seca, Carlos Arniches, Pablo Sorozábal y su Katiuska o, en su faceta de dramaturgo, Manuel Azaña, presidente de la República de 1936 a 1939.

De Lorca a Muñoz Seca. Ángeles y demonios depurados tras el golpe de 1936

De Lorca a Muñoz Seca. Ángeles y demonios depurados tras el golpe de 1936

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Entre los exiliados tras el fin de la Guerra Civil, Pau Casals, el célebre violonchelista y defensor de los derechos humanos, con el que empieza la obra de teatro 1936. En enero de 1939 el músico catalán se vio forzado a exiliarse en el sur de Francia, donde se dedicó a ayudar a miles de compatriotas hacinados en los campos de trabajo cercanos. En 1943, bajo la ocupación nazi, recibió una inquietante invitación para tocar ante Hitler. Este hecho real ha inspirado la obra Música para Hitler, que Juan Carlos Rubio y Yolanda García Serrano traen esta próxima semana en Teatros del Canal, después de su paso por el Palacio de Festivales de Cantabria.

El texto plantea el conflicto íntimo al que tiene que enfrentarse el músico, consciente de las terribles consecuencias que le supondría negarse. La obra, estructurada en torno a las seis suites para violoncello de Bach, recrea al Casals más emocional, que aquí interpreta Carlos Hipólito. Un personaje complejo, que atraviesa uno de sus peores momentos vitales.

Acompañan a Hipólito Kiti Mánver, en el papel de la mujer de Casals en aquel momento, y Cristóbal Suárez interpretando al militar nazi, un personaje que plantea dudas sobre su propia moral, un violonchelista convertido en soldado, que se debate entre la admiración a su ídolo y su deber como militar. Una reflexión sobre por qué somos incapaces de negarnos ante abusos que disfrazamos de aparente normalidad. Realidad y ficción se mezclan en este cuento con moraleja: a pesar de lo que vivimos condicionados por un sistema cruel, elegir está en nuestra mano.

Juan Carlos Rubio: "Hay que recordar lo que fue una guerra, el exilio y una dictadura para no repetirlo"
 

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