Uno de los mayores expertos en Franco explica la razón personal por la que odiaba a la República: "No se lo dan"
Julián Casanova ha publicado recientemente la biografía de Francisco Franco
Uno de los mayores expertos en Franco explica la razón personal por la que odiaba a la República: "No se lo dan"
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Madrid
El historiador español Julián Casanova ha publicado recientemente su último libro: Franco, una biografía del dictador español Francisco Franco, quien fue Jefe de Estado desde 1936 hasta 1975, tras tres años de guerra civil en los que logró derrocar al Gobierno de la Segunda República. Durante su mandato, si algo quedó claro fue el odio del caudillo hacia la República, a la que persiguió sin cesar hasta sus últimos días.
Casanova ha explicado de dónde provenía este odio que sentía Franco hacia la República, el cual no deja de ser similar al que expresan otros líderes de la actualidad, como Donald Trump o Javier Milei. El historiador sostiene que el dictador emergió como "alguien que está plenamente en el sistema, pero critica al sistema político. A pesar de que los generales pertenecen a la cúpula del sistema, la política les parece otra cosa y piensan que los políticos son traidores", explicaba el zaragozano.
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El historiador relató que, dentro de todo ese odio, "hay una utilización de la democracia, porque en el fondo estos golpes ocurren cuando alguien ha abierto la espiral, cuando alguien empieza a generar grietas, cuando alguien dice que hay que hacer reformas o cuando llega un negro, y lo has adorado porque, por primera vez, una sociedad racista ve a un negro en el poder, y resulta que la reacción es Trump".
"La historia está hecha de agravios"
Casanova explica que es necesario conocer bien la historia, ya que muchas personas piensan que "la República era un bloque homogéneo y que empezó con los rojos, pero no. La República también tenía a Gil Robles, y, al final, quien reprimió la insurrección de Asturias fue un político del Partido Republicano Radical de Lerroux. Gil Robles, líder de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), que era católico, fue quien nombró a Franco jefe del Estado Mayor", aseguraba el historiador, explicando que el dictador sí obtuvo ahí lo que quería.
Sin embargo, su odio hacia la República nació cuando "gana las elecciones el Frente Popular" y deja de otorgarle el cargo de Jefe del Estado Mayor, puesto que había ocupado anteriormente. Casanova señala que "la historia está hecha de emociones, de pasiones, de agravios. La historia no es racional, y si lo hubiera sido, no habríamos tenido el Holocausto".
En el caso de Franco, uno de sus odios personales era contra Manuel Azaña, quien reformó el ejército español con el objetivo de democratizarlo y modernizarlo, poniendo fin al intervencionismo militar en la vida política. Esto, recuerda Casanova, fue muy importante y, de hecho, "Azaña estuvo en su tumba en Francia sin que nadie lo recordara durante años, porque la sombra alargada de Franco nunca lo permitió".
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