El personal de Son Espases ya prevé un verano de saturación asistencial con el aumento de población

Palma

Enfermeras y técnicos de enfermería de Son Espases ya prevén un verano de saturación asistencial ante la creciente llegada de turistas. Esta emisora ha tenido acceso al plan de cierre de camas que la Conselleria de Salut aprueba cada año y que, en esta ocasión, alcanzará el pico de 74 durante el mes de agosto y la primera quincena de septiembre.

Junio finalizará con un total de 18 camas cerradas, que pasarán a ser 30 durante la primera quincena de julio, y aumentarán a 54 en los siguientes quince días. Tras ese pico de agosto y la primera mitad de septiembre, en los últimos quince días de este mes se reactivarán las camas hasta bajar a las 38.

Raquel Medranda, delegada sindical de las enfermeras de SATSE en Son Espases, ha explicado que la tendencia en los últimos años es de reducir cierres. De un pico superior a 100 en 2023, se pasó a 88 en 2024, 14 más que en esta ocasión. Habla de veranos "muy complicados" y da por hecho el colapso.

"Hace tiempo que los veranos son difíciles con el aumento poblacional, entonces claro que habrá momentos de colapso", ha asegurado. "Estos cierres de camas generarán problemas porque en determinados momentos se verán obligados a abrir algunas y eso supone una mayor carga de trabajo en el personal", ha añadido.

Estos planes de cierres de cama se dan cada año para garantizar las vacaciones del personal del centro y, además, se ve complementado con una reducción de la actividad quirúrgica para no ocupar camas con pacientes con operaciones programadas.

El caso es que, según el sindicato de técnicos de enfermería USAE, si este año la cifra no es tan alta es, precisamente, porque "la previsión de colapso es de bandera, para así no tener después que reactivar tantas camas después".

Alejandro Juan, responsable de Acción Sindical, ha recordado que "las plantas seguirán trabajando, pero a medio gas, y tendrán que trabajar los técnicos a contrarreloj".

Cansancio, agotamiento y estrés forman parte del día a día del personal del centro cuando se llega a la saturación asistencial. Todo ello, ha indicado Medranda, en una época en la que suelen ser trabajadores con menos experiencia los que se enfrentan a estos episodios, ya que están cubriendo las vacaciones de los empleados habituales. "Eso lo aguantas un día, dos...pero cuando es un día sí y otro, también, conlleva cargas físicas y mentales que suponen un agotamiento", ha subrayado.

Planes recurrentes, pero no por ello el personal los termina de compartir, ya que entienden que el problema tendría que atajarse mediante la contratación de personal, cuya falta se perpetúa un verano más en Baleares al no llegar los efectivos de otras comunidades que habitualmente lo hacían y con el precio de la vivienda como principal motivo, seguido de la falta de incentivos.

"En veranos no muy lejanos nos hemos visto con hasta 150 contratos de enfermería sin dar; de momento, no está pasando todavía en esta ocasión. Hablamos de gente de fuera que rechaza el contrato, sobre todo, por el precio del alquiler, que está imposible", ha señalado Medranda.

"No somos capaces de generar profesionales al ritmo que los gastamos, que la bolsa de técnicos de enfermería está a punto de terminarse", ha avisado Juan.